El hijo de uno de mis primos ha tenido que empezar a asistir a una clínica de un dermatologo acné Vigo y no me ha sorprendido cuando me lo ha contado mi madre, ya que recuerdo perfectamente como tenía la cara su padre cuando éramos más jóvenes llena de acné juvenil. Su hijo hoy en día está comenzando la pubertad y está en la edad de que le empiecen a salir los primeros granos. Gracias a dios que en mi época tuve la suerte de que no me tocase tener demasiados granos, ya que los otros niños eran bastante crueles con los niños que estaban llenos de granos. Sin ir más lejos en mi clase del instituto había un chico con el que casi nadie hablaba porque además de estar lleno de granos a más no poder el tío era bastante especial y muchas veces era él mismo el que se buscaba que le hicieran el vacío. Personalmente nunca me han gustado esta clase de situaciones y siempre me he llevado muy bien con todos los compañeros de clase que he tenido. También porque una de mis mayores facultades es ser amigo de todos y a todos les parece bien porque siempre he sido un chico muy alegre y por suerte suelo contagiar mi alegría a los que me rodean. Este no era el único con el que se metían en el instituto por tener granos, había otro chico que tenía incluso más granos que el chico que estaba en mi clase, pero este por lo menos se lo tomaba con filosofía porque sabía que tarde o temprano sus granos iban a desaparecer. No hace muchas semanas me he encontrado con este chico por la calle, que no lo había vuelto a ver desde que estábamos en el instituto, y lo vi mejor que nunca. Todavía tenía algunas cicatrices de algunos granos pasados pero su cara es completamente diferente a como la recordaba. Me alegro mucho por él porque la verdad es que es un buen tío y me cae bastante bien.